lunes, 23 de abril de 2007

En la etapa anterior a la llegada de los romanos a la Península Ibérica una serie de pueblos y etnias la poblaban. En el milenio anterior a la era actual, las invasiones de los pueblos celtas del norte desplazan a la población autóctona de los íberos y se produce un mestizaje entre las dos culturas, dando origen a los celtiberos.
Las tribus consideradas de la etnia celtibérica fueron los arévacos, vacceos, belos, titos, CARPETANOS, vascones, túrmogos, cántabros, astures, oretanos, várdulos, autrígones, lobetanos, caristos, ilergetes, castellani, edetanos, callaeci, celtici, lusitanos, bastetanos, vettones, turdetanos, etc. Los celtíberos vestían de negro, con el típico sagum galo y ceñidas calzas; se cubrían con una capa o manto con capilla. Dedicados a la caza y a la pesca, vivieron en aldeas. Su religión era fundamentalmente druídica; sus ritos, celtas; sus sacerdotes muy similares a los druidas. Fueron típicas sus danzas y sacrificios en las noches de plenilunio
La sociedad celtibérica presenta un fuerte contenido militar, para los celtíberos la guerra era una forma de conseguir prestigio, riqueza y reconocimiento social. Los celtíberos tienen preparado el ánimo para la muerte y el cuerpo para la fatiga y luchan contra ellos mismos cuando no existe contrincante exterior, se muestran felices en las batallas y se lamentan en las enfermedades. Ante la pérdida de libertad, el guerrero celtíbero prefiere la muerte a través del suicidio (devotio).
Carpetanos
El área geográfica del centro de la península es zona de paso obligado en las comunicaciones norte-sur y este-oeste. Los pobladores, que en torno al año 300 A. d. C, ocupaban desde la sierra de Guadarrama hasta el Tajo se denominan Carpetanos por los historiadores clásicos Eran una tribu de los celtíberos, y su capital era Mantua Carpetana, ciudad aún no encontrada por los arqueólogos y que, según muchos historiadores, podría hallarse bajo el terreno del actual Mostotes, en Madrid o en Casarrubios
Los carpetanos son un pueblo mitad pastor, mitad agricultor; ocupan pequeños asentamientos, constituidos por casas de planta rectangular, construidos a base de adobe, tapial o incluso piedra, que se disponían irregularmente en torno a una plaza central; y situados bien en las orillas de los ríos o en los pequeños altozanos próximos a sus riberas aprovechando para su subsistencia las condiciones que les ofrecía el entorno, pero sin despreciar la caza como complemento a su alimentación.
Distintos testimonios en forma de restos arqueológicos nos recuerdan su forma de vida, los enterramientos de incineración (La Torrecilla, en Getafe), los instrumentos de hierro, la cerámica con torno, ricamente decorada denota la evolución de sus técnicas de fabricación. Las ciudades Carpetanas según Ptolomeo son:Illurbida, Egelesta, Ilarcuris, Varada, Thermida, Titulcia, Mantua, Toletum, Complutum, Caracca, Libora, Ispinum, Metercosa, Barnacis, Alternia, Paterniana, Rigusa, Laminium.
Conquistas en la Carpetania
Los cartagineses, poco a poco, se hacen con el dominio de las zonas más ricas costeras de la península. Sin embargo, en el pulso con los romanos por el control de todo el área mediterránea, la Carpetania también se convierte en territorio de conquista. Los carpetanos, en el año 220 A. d. C., atacan a los cartagineses en una zona localizada entre Aranjuez y Talavera, pero el genio militar de Aníbal le sirve para vencer a los indígenas en lo que se ha denominado batalla del Tajo.
En el 192 A. d. C. el procónsul Fulvio Nobilior toma Toledo y otras ciudades de la Carpetania. Sin embargo los pueblos de la Carpetania se resisten a la dominación y unidos a tribus vecinas vencen en algunas batallas a los romanos. En el año 186 A. d. C. en las cercanías de Toledo son derrotados los pretores Calpurnio Pisón y Quincio Crispino. En el 184 A. d. C., una nueva batalla, que tiene lugar cerca de Titulcia, resulta favorable a los carpetanos frente a las tropas del cónsul Aurelio Terencio. En el año 182 A. d. C. Quinto Fulvio Flaco obtuvo varias victorias, los romanos asentaban cada vez más su dominio.
La pacificación llega con la presencia de Tiberio Sempronio Graco como gobernador de la provincia Citerior que consigue, en el año 179 A. d. C., someter a los pueblos indígenas y dominar un amplio territorio sobre el que pesa la obligación de tributar a Roma durante un prolongado espacio de tiempo.
Pese a este período de paz, la Carpetania fue escenario durante muchos años de enfrentamientos entre romanos y los pueblos peninsulares que, como en el caso de los lusitanos y los celtíberos, fueron menos proclives a la sumisión. El famoso Viriato, cabecilla de los lusitanos saqueó en el año 146 A. d. C. varias zonas de la Carpetania y en los años siguientes extendió su acoso a otras zonas lo que provocó un período caótico que finalizó con su muerte. Posteriormente, con la caída de Numancia y la conquista de los territorios del norte de la península prácticamente todo el territorio quedó sometido.
Toponimia de la zona de Casarrubios
De este periodo no se conservan restos en Casarrubios del Monte, no obstante lo podemos considerar como centro de varios topónimos Somante (Sub-Mantua, próximo a Mantua), Tormantos o Turris Mantua (templo romano a una legua), Villamanta-Valdemanto, Maganto-Mántrida, Mantruegue y Maqueda (arabizado).
Según José Antonio Garay es probable que Casarrubios en su refundación se le añadiese "de Mante" en alusión a la capital carpetana de Mantua. Con el tiempo Mante derivó en Monte, término mas próximo a las tareas de laboreo, y a los cuatro siglos de su fundación se asocia con la dehesa que surgió al lado en el siglo XVI con encinas por desaparición de las que quedaban en el resto del término. Tiene importancia el nombre de Somante que significa próximo a Mantua que podría ser Casarrubios a dos kilómetros.

Leyenda de los carpetanos fundación de Mantua
Una vez acabada la guerra de Troya, sus moradores sufrieron suertes bien distintas, algunos pudieron huir, como fue el caso del príncipe Bianor, que después de recorrer un largo camino plagado de contratiempos alcanzo al fin lo que hoy serian tierras albanesas y fundo allí un reino. Su hijo Tiberes alcanzo gran fama por su benevolencia y tuvo dos hijos, uno de ellos ilegitimo con una mujer celta, al que llamo como su abuelo Bianor.
Un día Bianor tuvo un extraño sueño en el que se le había aparecido Apolo, explicándole que debía abandonar su reino o todos morirían a causa de una gran epidemia. Debería dirigirse a un lugar indeterminado, en una lejana tierra donde el sol moría, en occidente y allí recibiría nuevas instrucciones a trabes de sueños.
Durante el viaje Bianor hubo de pasar varias noches en una cueva, con tan solo la compañía de un oso. Otros de los animales que le acompañaron en su viaje (misteriosamente sin que le atacaran) fueron un jabalí y un cuervo, Este peregrinaje duro mas de diez años. Cuando ya casi había dado por perdida su búsqueda, llego a un lugar donde se dispuso a pasar noche. Durante el sueño tuvo una nueva revelación de Apolo, que le indico que ese emplazamiento en el que reposaba era la tierra en la que debía fundar el reino, pues en el suyo su madre ya había fallecido y ya no le pertenecía, por haber sido ocupado por los romanos. No obstante no solo debía crear una ciudad si no que tenia que dar su vida (en sacrificio) por ella, para que los nativos que ya habitaban esa tierra le pudieran ser fieles.
Cuando a la mañana siguiente despertó, pudo ver que la zona estaba repleta de bosques de hayas, robles y sobre todo de madroños. Tenia abundancia de aguas y buenas tierras, descubrió que había chozas y poblados amurallados habitados por guerreros, que se auto denominaban como carpetanos
Estos hombres “casualmente” esperaban una señal de los dioses desde hacia largo tiempo, aunque cuando Bianor les explicó sus sueños, estos recelaron, creyendo que el forastero quería apropiarse de sus tierras pero cuando el príncipe explico que como muestra de su nobleza hacia su nuevo reino los dioses le habían dicho que debía de morir por ellos, los carpetanos aceptaron su propuesta.
Al poco tiempo alzó una ciudad sobre una colina a las faldas de las montañas que fue consagrada a una diosa nativa llamada Metragirtia. Terminada la cual pidió ser enterrado vivo y que se colocase una pesada losa sobre su sepulcro. Después de una complicada ceremonia se hizo lo que pedía. El pueblo permaneció alrededor de la tumba durante una lunación hasta que la ultima noche se desato una terrible tormenta, como nunca antes se había conocido en aquel lugar..... de pronto en medio de la noche una nube con forma de carro tirado por dos cabras descendió de entre los rayos y relámpagos. Sobre el carro se avistaba lo que parecía una figura femenina ..... ¡¡¡¡Metragirta!!!, gritaron todos. La tormenta se hizo tan intensa que los hombres se refugiaron en sus casas temiendo por sus vidas.
A la mañana siguiente la naturaleza se había calmado y la tumba de Bianor había desaparecido dejando un rastro de flores. Desde entonces la ciudad paso a llamarse Mantua y sus animales totémicos pasaron a ser el Oso el jabalí y el cuervo, animales que acompañaron a Bianor en su viaje y héroe que fundo y pacifico a los carpetanos de esas tierras.