lunes, 23 de abril de 2007

LOS CARPETANOS II




--------------------------------------------------------------------------------

3.- SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA:

En este capítulo entraremos a detallar las actividades económicas más importantes, así como la organización social de los pueblos carpetanos.

Paleontológicamente se detecta un sustrato de poblaciones de remoto origen meridional o ibérico, que se mantendría gracias a los contactos con el sur y el este, y que se habría mezclado con poblaciones indoeuropeas que lingüísticamente pertenecen a una capa no diferenciada o precelta. No mucho antes del siglo VIII a.C. se comenzaron a introducir una serie de influjos meridionales, tal vez en relación con la creciente irradiación del foco cultural tartesico. Harán su aparición nuevos tipos de poblados, así como nuevos ritos funerarios de incineración, la introducción de la siderurgia o las cerámicas relacionarles con el área cultural surgida en torno al Bronce Final en las tierras altas limítrofes al Sistema Ibérico.

Almagro Gorbea ve en estos cambios, mas que la llegada de un nuevo contingente de gente, un cambio progresivo a base de alteraciones e innovaciones.

Hay una nueva estructura socioeconómica, pues se da una tendencia a la jerarquización social, se introducen el arado y la trashumancia ganadera, se produce un aumento demográfico debido a las nuevas mejoras tecnológicas, pero que trae también una nueva inestabilidad. Se produce una nueva organización defensiva y económica del territorio. Son estas las zonas de mayor perduración de las formas de vida tradicionales, por debajo del proceso de romanización.

Al parecer contaban con un sistema económico bastante más diversificado que los pueblos colindantes, pues aunque su base era la agricultura (como lo demuestra el que en el 146 a.C. Viriato les impusiera un tributo en trigo, en vez de robarles su ganado, como hizo con los segobrigenses y los celtiberos ), pero, además, contaban con un cierto nivel de ganadería, sobre todo de capridos, y también explotaban ciertos minerales, los que se daban en su zona, sobre todo oro y plata, debido a que el hierro y el cobre se dan en la parte norte de la Meseta. Además, sus hombres eran empleados como mercenarios de otras poblaciones. También recolectaban en el bosque, y complementaban su alimentación con lo que cazaban en los frondosos bosques, sobre todo jabalís, conejos y liebres. Lo que cultivaban principalmente era la vid y el olivo. No destacó, sin embargo, el pueblo carpetano, en la industria textil, así como en el trabajo de los metales, de los que solo controlaban algo en orfebrería.

Para terminar con la economía carpetana, hay que indicar la aparición de la moneda a finales del siglo III a.C. o comienzos del siglo II a.C. que se debió fundamentalmente a los contactos de los carpetanos con los romanos y con los cartagineses, que hicieron frecuente el uso de la moneda entre los carpetanos. Pero hasta la mitad del siglo I a.C. no se conoce la acuñaron de moneda propia por parte de los carpetanos.

Entraremos ahora de lleno en la organización social de los poblados carpetanos y el porque se produjo ese cambio social.

Por lo que se conoce por la arqueología y las fuentes literarias, las tribus o Gens (nombre dado por los romanos), se dividían a su vez en familias o Gentilitas ( nombre dado por los romanos ), gobernadas por una especie de monarca, que provenían de una élite militar ( puede tratarse de diferentes grupos étnicos ). Las tribus o Gens, eran comunidades separadas de individuos que compartían unas costumbres sociales, económicas, y en muchos casos, religiosas, que hacen posible que se pueda hablar de una cultura similar. Se trataba de aldeas situadas en cerros y normalmente con elementos defensivos como empalizadas de madera, etc. Se trataba de un grupo de cabañas habitualmente con zócalo de piedra, que normalmente tenían una ordenación irregular. Allí habitaban una o varias Gentilitas, que eran una especie de grupos familiares que se han intentado emparentar con las Gens romanas o las Gene griegas, pues tienen elementos similares, como un culto a una divinidad propia de la familia, etc. Pero estas Gentilitas no son todavía muy conocidas ni comprendidas, pues hay casos en los cuales el miembro fundador de la Gentilitas no es el mismo para algunos miembros de la familia, o que a veces cuando una hija se casa toma el nombre de la Gentilitas de su marido, etc. por lo que todavía no esta muy claro el funcionamiento de dichas Gentilitas.

Por último, nos queda hablar de los monarcas. Al principio del primer milenio a.C., se empezó a dar la llegada de grupos indoeuropeos de carácter precelta, que comenzaron a ser asimilados dentro de los grupos nativos preexistentes. Estos recién llegados introdujeron algunos cambios dentro de la forma de vida de los grupos nativos, y parece que uno de los cambios que introdujeron estos estratos indoeuropeos fue un cambio hacia la jerarquización de la sociedad. Este cambio, afectó sobre todo a las élites militares que subieron a la categoría de pequeños señores, que gobernaban las tribus, y que pudieron ser considerados por los romanos como pequeños monarcas.

También habría que tratar en este punto el desarrollo urbano que tuvo lugar en la Carpetania, incluso con anterioridad a la entrada de los romanos. Ya a principios del siglo II a.C., con anterioridad a la conquista romana, había comenzado a aparecer en la meseta central núcleos urbanos lo suficientemente complejos como para ser considerados pequeñas y no simples poblados. Esto se debió al desarrollo propio de la sociedad carpetana, que había evolucionado tanto social y económicamente, que había superado las propias de la sociedad gentilicia. Este parece ser un hecho que ocurre en la Carpetania con anterioridad a los pueblos limítrofes del centro, posiblemente por los mayores contactos que habían tenido los carpetanos con los cartagineses así como por la mayor diversidad económica que poseían los carpetanos a diferencia de los demás pueblos del centro peninsular. Este desarrollo urbano puede verse en las continuas campañas que tuvieron lugar contra Toletum, y que nos dan a entender que se trataba de un centro económico y social de importancia. Este desarrollo urbano se potencio bajo la dominación romana, y no solo se le puede considerar un aumento del tamaño de la población, sino que también dio lugar a un cambio en la estructura social, así como un desarrollo de las actividades que habían comenzado a fructificar con anterioridad a los romanos, como la manufactura, el comercio y la aparición de la moneda.

Esta ha sido una breve revisión de lo que debió ser la sociedad y la economía de una de las culturas mas desarrolladas e interesantes del interior peninsular.

4.- CONCLUSIONES:

Después de llevar a cabo este trabajo, hemos llegado a ciertas conclusiones bastante interesantes sobre el modo de vida de los carpetanos.

En primer lugar, hemos visto que la sociedad carpetana tenia una economía bastante más diversificada que la mayoría de los pueblos del interior, pues a diferencia de estos no se basaba en una fuerte ganadería, sino que se basaba en la agricultura, apoyada por cierto tipo de ganadería. También hemos descubierto los contactos comerciales que mantuvieron con los pueblos del sur, algo más desarrollados debido a su contacto más intenso con los griegos, cartagineses y romanos. Este contacto debió influir en la cultura carpetana, que comenzó a desarrollarse. Pero esta cultura ya estaba en plena evolución con anterioridad a la conquista romana, como lo demuestran sus ciudades, su sociedad jerarquizada y la existencia de una serie de hechos como el comercio, que nos demuestran que el cambio fue anterior, y que los romanos solo produjeron un aceleramiento de este desarrollo. Este cambio debió producirse por la entrada de elementos indoeuropeos en el estrato nativo, que produjeron algunos intentos de cambios, como la ganadería de trashumancia el empleo del arado, así como un proceso de jerarquización en la sociedad.

Todo esto nos da una visión de este pueblo muy diferente a los puntos de vista que se suelen tener sobre los pueblos del interior, a los cuales se nos han mostrado como bárbaros incultos y salvajes que se agarran a las montañas como medio de subsistencia. Ahora vemos un pueblo que estaba en pleno desarrollo cuando se produjo la conquista romana, y en el cual se habían dado una serie de hechos que la convirtieron, según nuestro punto de vista, en una de las culturas más avanzadas del interior peninsular, incluyendo a los pueblos del norte.

Puede ser por todo esto por lo que la sociedad carpetana levantaba bastante interés entre los conquistadores romanos, y también puede ser el motivo para la rápida asimilación por parte de los carpetanos de la cultura romana, que les permitió un aceleramiento del proceso evolutivo en el que ya se hallaban inmersos.

Así pues, hay que dejar de considerar a los pueblos del interior como simples salvajes, y en especial al pueblo sobre el que hemos basado nuestro trabajo, los carpetanos, y empezar a considerarlos como culturas menos desarrolladas que otras, pero no por eso exentas de interés, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de nuestros antepasados, y por ello se merecen un estudio más exhaustivo

5.- BIBLIOGRAFÍA:

Historia de España (colonizaciones y formación de pueblos prerromanos). Vol. II. Varios autores. Editorial Gredos.

“Indigenismo y romanización de la Carpetania”. Salinas de Frías. Observaciones en torno al proceso de romanización de la Meseta meridional. Studia Histórica IV-V, ,1. 1986-1987. Homenaje al profesor M. Vigil. I. 27-36.

Historia de España y América. Tomo I. Dirigida por J. Vicens Vives. Editorial Vicens Vives.

“Elementos para una delimitación entre vettones y carpetanos en la provincia de Toledo”. M. P. González- Puente. Lucentum V, 1986, 87-93.

España y los españoles hace dos mil años, según la Geografía de Estrabon. Antonio Gracia y Bellido. Colección Austral. Editorial Espasa Calpe.

Historia de España. Tomo I. Dirigida por Manuel Tuñon de Lara. Editorial Labor.

“ Hacia una delimitaron de la Carpetania en la Edad del Hierro II “. S. Valiente Canovas y L. J. Balmaseda Muncharanz. Homenaje al profesor Martín Almagro Basch Volumen III, Madrid 1983.

Illescas : excavaciones arqueológicas en “ El Cerró”. Santiago Valiente Canovas. Toledo, Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha.